El uso del mantel de mesa no debería ser exclusivo del comedor. Puede emplearse para crear estilo en todo tipo de mesas, grandes y pequeñas, redondas o cuadradas, nobles o prácticas.
Además de la función protectora, cubrir la mesa con un mantel añade color, diseño y textura a la estancia. Los manteles de mesa liso de algodón son los más prácticos y admiten cualquier tipo de adorno. Si se prefieren los tejidos estampados, se aconseja combinarlos con el estilo de la habitación. Un tejido informal de guinga, tela de algodón a cuadritos, por ejemplo, aporta un toque rústico si se coloca en las mesas situadas en el exterior.
Las formas de colocación, en las mesas rectangulares se pueden poner manteles cuadrados de modo que las puntas caigan por los lados, quedando los extremos del mueble al descubierto. En mesas redondas,